Jean Liedloff, autora estadounidense, después de realizar varias expediciones a la amazonia venezolana, redactó “el concepto del continuum”, tras analizar su experiencia con la comunidad indígena Yekuana. Su teoría se suma a la de varios expertos en neurociencia, psicología y desarrollo infantil, sobre la importancia de dejar que nuestro instinto nos guie en la crianza de nuestros hijos, ya que intelectualizar un acto de amor, no conlleva a la felicidad.
Pero, qué es el concepto del continuum? te lo voy a tratar de explicar de la forma más fácil:
Tu bebé pasa 9 meses envuelto en el más grande amor, calor, movimiento, alimento y contacto cuando estaba en el vientre materno, y llega a este mundo esperando 4 cosas:
1. Contacto físico constante: despierto y dormido.
2. Alimento a demanda: a cualquier hora y en cualquier lugar.
3. Atención oportuna a sus señales (llanto, quejido, las cuales son su forma de comunicarse)
4. Sentirse amado, bien recibido, útil en la sociedad, cooperativo y seguro.
Pero se encuentra:
1. Separado (desde el hospital, incluso!) demasiado tiempo de sus padres o cuidadores para que no se acostumbre a los brazos ni sea mimado, en cunas, o cochecitos y durmiendo sólo y aislado desde recién nacido (incluso sometido a tortuosas técnicas de adiestramiento para que deje dormir a sus padres).
2. Alimentándose con horas marcadas, no importa si está en un salto de crecimiento donde come más y está pasando hambre.
3. Siendo ignorado cuando pide atención y se siente inseguro, o, por el contrario, abrumado con atenciones en exceso y estímulos inadecuados para su desarrollo.
4. Excluido del día a día familiar y laboral, socializando solo con bebés e inseguro.
Tú decides cómo criar a tu hijo, pero si deseas que sea un bebé, niño, adolescente y finalmente un adulto feliz, debes proporcionarle esas 4 cosas que él espera: ese es el concepto del continuum. La transición del vientre a tus brazos, al suelo y luego al mundo debe ser gentil y segura, y es fundamental llevarlo en brazos la mayor cantidad de tiempo posible. Luego tu bebé empezará a arrastrarse, a gatear, a caminar y con todo ello, a explorar. Si su continuum está siendo satisfecho, él sabe que tiene un puerto seguro contigo conforme va conociendo lo que hay un poco más y más lejos.
Los momentos en que tu bebé te pide brazos parecen ser agotadores, extenuantes, interminables… a veces los bebés no se sueltan un segundo de sus madres u otros cuidadores. Cuando hay saltos de crecimiento y te piden además de brazos, alimento, o cuando comienza la crisis de separación, donde llora creyendo que te vas por siempre, son sumamente desgastantes para su madre.
Estos momentos más que cualquier cosa, lo que ellos necesitan son brazos, atención, amor. Y nosotros como padres a veces no tenemos paciencia. Pero te aseguro que ese tiempo va a pasar. Es corto. Cuando veas a tu bebé convertido en un niño o una niña vas a ver que todo ese tiempo agotador valió la pena por verlo seguro y sonriente y desafiándose a si mismo con nuevas conquistas. Y vas a querer sólo un minuto más, nuevamente, tenerlo solo para ti entre tus brazos.
El tiempo de llevar a tu bebé en brazos va a acabar, y lo vas a extrañar…
Así que por todo esto es fundamental que portees para proteger tu cintura, espalda y brazos y para que tu bebé tenga el continuum que está esperando. Así estés en casa todo el día, portea. Si sales a hacer compras, portea. Si vas a viajar, portea. En todo momento que puedas, portea.