EXTEROGESTACIÓN
“En el momento de nacer el cerebro humano es extremadamente inmaduro; y se desarrolla de forma espectacular hasta los 2-3 años de edad…
…De hecho es cierto que nacemos con el número máximo de neuronas, pero sin conectar. Estas neuronas se van conectando y ramificando dependiendo de las experiencias vividas” (Jové, R., 2014).
Un bebé que llega al mundo y es “olvidado” en el cochecito o en la cuna, tiene grandes probabilidades de no desarrollar correctamente sus conexiones neuronales. Esto se debe a que el estrés que viven por la falta de atención y contacto limita el proceso de mielinización y libera hormonas del estrés con las cuales el pequeño cerebro no sabe cómo lidiar.
“El que el niño o la niña se sienta atendido, satisfecho y estimulado influye decisivamente en la construcción de su tejido nervioso, enriqueciendo sus arborizaciones dentríticas y creando mayor contingente de sinapsis o, contrariamente, frustrando su desarrollo si es deficientemente atendido” (N. Acarín, op. Cit., pg 43).
Por esta razón, es de vital importancia cuidar que ese pequeño cerebro se desarrolle y duplique su tamaño para el noveno mes después del nacimiento del bebé. Y para que esto se dé en las mejores condiciones, debemos proporcionarle un entorno adecuado y lo más similar posible al útero, donde todo lo tenía: calor, piel, abrazos, comida, vaivén, MAMÁ, es decir, preservar su hábitat.
“Muchas de las madres que optan por esta forma de crianza suelen llevar a sus bebés a cuestas, cargados en mochilas o bandoleras de tela, dándoles cariño y contacto continuos, tanto de día como de noche (ya que duermen con ellos). También les dan alimentación a demanda. No tiene más” (Jové, R., 2014).
La atención inmediata es fundamental para el sano desarrollo emocional y físico de nuestros bebés. Si bien nuestro cerebro superior (corteza cerebral) está incompleto, nuestros cerebros primitivo (médula espinal, bulbo raquídeo y cerebelo) y emocional (amígdala, hipotálamo, glándula pituitaria, tálamo y cuerpo calloso) no.
Esto quiere decir, que toda sensación de abandono, olvido, soledad van a quedar gravados en nuestra mente por el resto de nuestras vidas. Así será también si fuimos protegidos y atendidos en nuestros primeros años de vida (leer más). Nuestro bebé entonces se tornará un adulto seguro, feliz.
No es necesario invertir en múltiples clases super estimulantes para que nuestros hijos sean inteligentes, ni en un montón de juguetes y objetos que les desarrolle su capacidad intelectual. Lo que ellos necesitan es atención constante y lo brazos de mamá. Cuando una madre entiende por fin que su bebé es normal al pedirle brazos todo el tiempo, se siente tranquila y feliz de saber que le está dando lo mejor a su hijo. No hay un mejor estímulo que el amor. Con amor y cariño todo se aprende más fácil.
Un estudio realizado en Bogotá, en donde nació el Método Mamá Canguro (MMC), en el año 1993, demostró que los bebés prematuros que fueron “cangurados” tuvieron un mayor crecimiento cerebral al finalizar el primer año en comparación a aquellos que se quedaron en la incubadora y que no fueron “cangurados” (Charpak, N., 2006). Si en un bebé prematuro mostró tantos beneficios, ¡imagínense en un bebé a término, que no tiene que luchar por sobrevivir! El porteo le brindará todas las ventajas para su correcto crecimiento y desarrollo. Encuentra en Anidar Slings lindos portabebés ergonómicos para que lleves a tu bebé más cerca de tu corazón.
Para entender el por qué un bebé humano necesita de otros nueve meses de gestación exterior (exterogestación) debemos irnos a las clases de ciencias, donde nos enseñaron sobre la evolución del hombre. Recordemos que nuestros antepasados primates caminaban en cuatro patas, las hembras tenían las caderas suficientemente anchas para parir a sus crías completamente formadas. Pero la evolución cobró un precio que tuvimos que pagar, estrechando nuestra pelvis y cadera para mantenernos de pie, dejando incompleto nuestro cerebro y adelantando nuestro momento de nacer, pues con dicho estrechamiento, no es posible parir un bebé tan cabezón que tenga el cerebro completamente formado.