Por Ivonne Olivella, fisioterapeuta especialista en salud ocupacional, y Carolina Rubio, asesora certificada en porteo.
¿Te has fijado en tu postura al cargar a tu bebé? ¿Tienes idea de los cambios que ha hecho tu estructura ósea y muscular para adaptarse a la nueva vida en tu vientre?
Y después del parto, ¿crees que tu postura es la misma de antes de quedar embarazada? Déjanos explicarte un poco para que entiendas lo maravilloso que es generar una vida, cómo tu cuerpo se va adaptando a ello y cómo va adaptándose a lo nuevo normal. Entendiendo qué pasa con tu cuerpo, entenderás la importancia de cuidar de él antes, y después del parto.
Empecemos por los músculos abdominales, cuya función es dar estabilidad y movimiento a la columna, sostener las vísceras y regular la presión intraabdominal. Durante el embarazo está más que obvio la distención que sufren estos músculos para permitir el crecimiento del útero, ocurriendo separación del recto abdominal. En el post parto, este grupo muscular está debilitado, interfiriendo en la estabilidad de la pelvis, sobrecargando los músculos lumbares y alterando toda la postura corporal.
Sigamos con los músculos del suelo pélvico, quienes se encargan de sostener los órganos abdominales y pélvicos, controlar esfínteres, balancear los efectos de la presión intraabdominal, la función sexual y parto, y que en la gestación experimentan una sobrecarga debido al aumento de peso de mamá y bebé y al desplazamiento de órganos ocasionado por el crecimiento del útero.
Finalicemos con la columna, que transforma sus curvas lumbares, dorsales y cervicales durante el embarazo para compensar el aumento de peso abdominal, el crecimiento de los pechos y el desplazamiento del centro de gravedad. Los músculos de la espalda (paravertebrales) aumentan su tensión para soportar las modificaciones en la columna. En el posparto estas curvas continúan aumentadas debido al nivel de relaxina liberada en el embarazo y aún presente, el aumento de las mamas y sobre todo, por la distención ab
dominal y debilidad muscular del abdomen y del suelo pélvico.
El conjunto de estos tres grupos musculares (suelo pélvico, abdomen, músculos paravertebrales) y el diafragma, componen el centro de fuerza del cuerpo trabajando en la transferencia de peso entre miembros superiores e inferiores, estabilización de la columna y en la dinámica de la postura corporal. Cada uno de los integrantes de este centro de fuerza interfiere en el otro, por lo tanto, si hay cambios en uno, hay compensación en los otros.
Si a estos cambios anatómicos le sumamos las nuevas posiciones adoptadas para amamantar, cargar, bañar y cuidar al bebé, y la carga emocional materna, el cuerpo va a comenzar a manifestarse con dolores, principalmente en la región lumbar, dorsal y cervical.
Las curvaturas y fuerza de tu columna, abdominal y pélvica inician su reacomodación inmediatamente después del parto, siendo acelerada por la lactancia y si lo acompañas de un proceso de acondicionamiento físico posparto, puede ser más rápido y de una manera más saludable.
¿Qué hay que hacer?
Todo depende si pasaste por un proceso de cesárea o parto natural, de la práctica de ejercicio físico antes y durante el embarazo, pero sobre todo de tu motivación que está influenciada por tu nuevo rol de mamá, y que es necesario que vaya acompañada de una rutina que la puedes ir organizando a medida que te adaptas a tu nueva y hermosa vida.
Durante el embarazo es muy recomendable realizar actividades que te ayuden a tener conciencia corporal y estabilidad musculo articular mediante ejercicios de pilates, yoga, hidro gimnasia, todas acompañadas de un profesional y con permiso médico.
En el posparto, esperar contar con la aprobación de tu médico para comenzar a ejercitarte, lo más recomendable es iniciar con la marcha durante los primeros días posparto, y a partir de las 4 a 6 semanas iniciar con programa de bajo impacto especifico con fortalecimiento isométrico en el piso pélvico, abdomen, columna y fortalecimiento general de miembros superiores e inferiores, que te enseñaremos en nuestro próximo artículo “Acondicionamiento físico posparto”.
Adicional al proceso de recuperación corporal posparto, estás expuesta a factores de riesgo biomecánicos como la manipulación de cargas y posturas forzadas cuando levantas o cargas a tu bebe, cuando lo bañas, cambias o amamantas; en estas actividades es recomendable practicar una adecuada higiene postural doblando tus rodillas y girar el cuerpo completo con ayuda de los pies; y adaptar el entorno de tu bebe para disminuir las posturas forzadas (flexionar, rotar, extender) en tu columna y hombros durante estas actividades mediante el uso de sillas con apoyabrazos y cojines para amamantar, cunas y bañeras ajustables en altura para disminuir la flexión de columna; y el uso de cargadores ergonómicos (como fulares y mochilas) que ayudan a disminuir el esfuerzo osteomuscular de la columna durante el transporte y desplazamiento de tu bebe. Un estudio realizado en el año 2010* demostró que el cargar bebés con ayuda de un portabebés que se apoye en ambos hombros y a la altura del pecho de la madre, genera menos alteraciones musculo-esqueléticas, disminuye el esfuerzo muscular de la columna y disminuyen las molestias dorsolumbares y cervicales que se presentan durante el posparto.
Recuerda que tu bebé va a crecer y va a pesar mucho. Te va a pedir brazos los primeros 3 años de su vida, y es generalmente la mamá quien más carga al bebé debido al vínculo y a la relación natural de dependencia. Después de los 2 años el bebé comenzará a ir más con su papá. Todo lo que hagas para fortalecer tu cuerpo de manera gradual será benéfico para ti y para tu bebé, recuerda los bebes aprenden por imitación así que la adecuada higiene postural, manipulación de cargas, el uso de ayudas mecánicas, la adaptación de entornos saludable para proteger la postura y el acondicionamiento físico hacen parte de los hábitos de vida saludables que enseñas a tus pequeños.
Fuentes
1. Ergonomia e postura corporal no Babywearing: considerações_sobre o_bebê_e a_mãe_no_pós-parto, Marcela_Gonçalves, 2014
*2. Comparação de diferentes formas de carregar o bebê; A. R. S. Nunes, F. Á. Cavalcante, R. F. Goulart, F. R. C. Fagundes, E. H. Ozaki, C. F. Amorim, R. J. Soares; Brazilian Journal of Biomechanics, Year 2010, vol 11, n.21
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